Me acabo de acordar que la madrugada del domingo al lunes son los Oscars. En mi opinión, la mejor película de 2018 es "Roma" y el mejor director, Alfonso Cuarón. El resto, me da igual. Hace unos años, en la prehistoria, hubiera discutido con quien pusiera en duda la calidad de la película méxicana. Ahora, me la refanfinfla lo que opinen los demás. Y no olvidemos que una película es eterna tanto por sus entusiastas seguidores como por sus acérrimos enemigos. Y estoy convencido de que sin la película de Cuarón, esta edición de los
Oscars sería la peor de la historia. O igual fue el año pasado. O el anterior...
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