Cine en blanco y negro

Tengo tantos años que me ha dado tiempo a ver de todo. Recuerdo con especial cariño a dos hombres en el Zinemaldia de 2015. Tengo tantos años que me ha dado tiempo a ver de todo. Recuerdo con especial cariño a dos hombres en el Zinemaldia de 2015. Mentras hacíamos cola para ver una de las películas de esa edición, las dos personas que tenía situadas justo detrás no paraban de repetir obviedades hasta que uno de ellos le dijo al otro, que parecía angustiado sin motivo aparente: "Mira que te lo he dicho mil veces, que no veas películas en blanco y negro que ya sabes cómo te pones". Imposible inventarse algo así. A aquel hombre le ponía nervioso el cine en blanco y negro y a mí el buen rollo en general. Ayer salí dispuesto a dar un paseo tranquilo por el barrio y lo primero que me encuentro es a una pareja de chavales, chico y chica, con un cartel que dice "Abrazos gratis". Consigo evitarlos pero el agobio me duró todo el día. No llevaba ni cien metros recorridos y me asalta una joven con una carpeta de alguna ONG y me dice "perdona, pero se te ha caído algo" y va la tipa y añade  "se te ha caído una sonrisa". Acelero el paso y de repente oigo que me chistea alguien por detrás, ignoro el hecho y la llamada es cada vez es más evidente y continuada. Me paro, me vuelvo y allí está un conocido feliz de haber encontrado alguien a quien contar lo bien, o mal, que le trata la vida. Me acerco y lo primero que me dice es "vamos ahí que hay sombra". ¡La madre que los parió a todos!

"Sea lo que sea que haya leído usted que yo he dicho es casi seguro que no es cierto, excepto si es divertido, en cuyo caso, definitivamente, lo he dicho". Tallulah Bankhead