El tobogán

Lo del tobogán de Estepona. Me comenta mi amigo Víctor Gardeazabal que lo del tobogán da para una entrada de El Fugitivo. A alguien, bendita sea su madre, se le ocurrió la brillante idea de colocar un tobogán urbano, una rampa semicircular de acero inoxidable de 30 metros de longitud que une dos calles, con una pendiente que oscila entre los 32 y 34 grados. Para haberse matado, que se dice vulgarmente. Un día fue suficiente para darse cuenta del despropósito y cerrar el tobogán. Las imágenes muestran a niños y mayores bajando a una velocidad extrema y llegando a la meta sin ningún control. Lo que no entiendo es por qué no se les ocurrió también colocar al final una piscina con ácido. Ya puestos. Lo del "sobran la mitad" de mi amigo Gudari llevado hasta sus últimas consecuencias. Reconforta saber que estamos en las mejores manos.

"Podrá ser utilizado por personas de todas las edades para sus desplazamientos cotidianos". Las autoridades de Estepona sobre el tobogán diabólico...