En un artículo reciente, el escritor Félix de Azúa alababa la buena gestión de los partidarios del procés a la hora de difundir sus mensajes. Al contrario que los partidos constitucionalistas, escribía. Y hay que reconocerlo, son unos hachas a la hora de mantenerse en el candelero. Primero, consiguieron con todo el tema del referéndum que la cuestión catalana ocupara un espacio preferente en la prensa internacional. Después, se erigieron en víctimas de una feroz represión cuando la actuación policial tuvo más de torpeza que de otra cosa, Por último, cuando el tema se empezaba a diluir tras la aplicación del artículo 155, Puigdemont y cinco miembros de su Govern se marchan a Bélgica a pedir asilo político, situación que les permite volver a copar las portadas de la prensa, mantener viva la llama de la República catalana y transmitir a la opinión pública europea que la solución solo llegará de la negociación. Y de paso implicar a la Europa política en la resolución del conflicto. Mientras tanto, los partidos constitucionalistas se echan a la calle en plan verbena, con lemas que ruborizarían a cualquier persona normal mayor de 14 años y dando cabida entre sus filas a grupos de indeseables nostálgicos de un tiempo que la mayoría de ellos no conocieron. No hay color.
"Todos estamos en la cloaca, pero algunos estamos mirando a las estrellas". Oscar Wilde
El compañero de celda de uno de los Jordis ha pedido el traslado, porque no paran de darle la tabarra y comerle el coco.!Ya ni en prisión puedes escapar!
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