Amor y aventuras

Los franceses son de traca. Votan mayoritariamente a un figura como Sarkozy y no se cortan y van de profundos. Pones cualquier canal de televisión y te encuentras a los más variopintos personajes debatiendo sobre si es posible otro mundo, que si la revolución por aquí, que si los males de la burguesía por allá. Y se les ve felices. Y consumen su cine como si de auténticas obras maestras se tratara. Me costó lo indecible irme antes de que terminara una película que ellos catalogaban de “amor y aventuras”. Al de una hora de proyección lo único que había era tedio y sopor. Y eso que la protagonista era Marion Cotillard. Me levanté de la butaca pensando que un francotirador me iba a disparar desde la cabina de proyección. Salí de la sala avergonzado. Poco a poco fui recuperando la normalidad. Y me acordé de “Hatari”, de “La taberna del irlandés”. De lo que me gustan las películas de “amor y aventuras”. En fin. Pero que quede claro, ¡qué bueno es el cine francés!

Un libro: "Lord Jim", de Joseph Conrad
Una película: "Hatari", de Howard Hawks
Una canción: "Elle m´oublie", de Johnny Hallyday