A algunos de los que seguís este blog os sonará la historia que voy a contar. Hace unos tres años decidí crear una asociación fantasma, una especie de logia, con el nombre de Les Clandestines. En aquellos momentos el objetivo era proyectar películas sorpresa en el Social Antzokia de Basauri. Sin taquilla, sin acomodadores, con las luces de la fachada y del hall apagadas, sin que los futuros espectadores supieran muy bien con qué se iban a encontrar. Había encontrado la forma de difundir la historia sin necesidad de hacerme visible. Le dí varias vueltas y al final decidí que en Basauri no, que mejor en Bilbao. Se lo comenté a un amigo que, para entendernos, estaba al tanto de lo que se movía en aquellos años en Bilbao y decidimos ampliar la propuesta a otras disciplinas además del cine, como la música, el teatro, etc. Mi amigo presentó el proyecto a Ibone Bengoetxea, del Ayuntamiento, quien se mostró muy interesada con nuestra historia clandestina. Al final, por vagancia nuestra más que por otros motivos, la historia se quedó en la carpeta de los proyectos no realizados. Uno más. ¿A qué viene ahora esta historia de Les Clandestines? Leo en El País que "El cine clandestino es la última moda de ocio en Londres". Manda güevos, soy un moderno y un adelantado a mi tiempo y yo sin saberlo.
Hasta diseñé un cartel con la foto que aparece en esta entrada y con el siguiente texto: PROYECCIONES CLANDESTINAS-CONCIERTOS INESPERADOS-SENSACIONES EN LA SOMBRA...EN BASAURI..." El Cine no es un arte, ni una industria, el cine es un misterio". Jean Luc Godard
Gran idea!
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