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domingo, 19 de agosto de 2012

Aste Nagusia


Ayer, primer día de la Aste Nagusia, volví a casa sobre la medianoche, cuando la mayoría de la gente no había pisado todavía el espacio festivo. Retorné como volvían los guerreros de antaño a sus casas después de tres meses en el campo de batalla. Magullado y preguntándome, qué gano yo con todo esto. No sé si me lo pasé bien. Me vienen  imágenes gratificantes y otras muy dolorosas. Con la mirada perdida, rodeado de pegatinas reivindicativas de todo tipo, pulseras exóticas y pañuelos de fiestas, intento recordar en qué momento se torció lo que tenía que haber sido un buen día de fiestas de Bilbao.

A los que nunca habeis estado en la Aste Nagusia, os recomiendo el  libro "Payasos en la lavadora", de Alex de la Iglesia.

3 comentarios:

  1. Demasiado breve el rato...Circunstancias. Habrá que remediarlo.

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  2. Breve pero intenso... Habrá que remediarlo. Me quede con ganas de más...

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  3. Cuidadito que la de hoy es una alineacion de dar miedo (y pena).

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