Seguidores

viernes, 5 de julio de 2013

La tartera errante


Rastreando la prensa de hoy me he encontrado en La Vanguardia con una noticia curiosa: Sacha Hormaechea, propietario del restaurante Sacha de Madrid, se ha propuesto revindicar la utilización de la tartera.  El proyecto comienza en Madrid y Barcelona, con posibilidad de expandirse a otras ciudades, y dispondrá en breve de una web (www.latarteraerrante.com) para guiar a todos los interesados en que la fiambrera forme parte de sus vidas. Para no liaros, os dejo con la noticia: "Se llama La tartera errante y no es una empresa, ni una organización, sino simplemente una idea impulsada por el chef y fotógrafo Sacha Hormaechea, del madrileño restaurante Sacha. Su única aspiración es dignificar el uso de la fiambrera y aportar un aliciente a aquellos que a la hora de comer buscan un rinconcito, generalmente en la misma oficina, para comer discretamente sin tener que gastar en el restaurante. Cuenta el chef que estaba haciendo unas demostraciones culinarias en la Escuela de Arquitectura de Madrid cuando tuvo la idea, en la que participaron algunos profesores, de buscar rincones de la ciudad idóneos para que la gente se encuentre y coma tranquilamente lo que se ha preparado en casa a la vez que disfrute de la belleza del lugar y de la compañía de otras personas con las que poder compartir un rato agradable. Hormaechea insiste en que él sólo ha aportado la idea, pero que son los propios interesados quienes deben darle vida –estrenará en febrero página web y una cuenta de Twitter para que la gente haga sus sugerencias y se vayan ampliando los puntos de encuentro–. Además de las reuniones al aire libre, la idea de Hormaechea es volver de alguna manera a la antigua costumbre de algunas tascas que ofrecían a los trabajadores la posibilidad de ocupar una mesa y comer lo que traían en la tartera a cambio de consumir una sopa y un cuartillo de vino. Esta idea le pareció fascinante a Joan Mediavilla, profesional de la restauración con una larga trayectoria en Barcelona, que está buscando establecimientos que se animen a reservar un espacio para los asiduos a La tartera errante. “Son tiempos difíciles –cuenta Mediavilla– y tenemos que buscar entre todos soluciones que nos hagan la vida más fácil y agradable. Y esos mismos clientes que tal vez a mediodía no disponen de tiempo ni presupuesto para ir a restaurantes, si se encuentran a gusto y se sienten bien tratados, cuando quieran salir seguramente querrán volver para disfrutar de la cocina”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario