La fiesta del cine

Al final, tampoco fue para tanto el día de ayer. Para las 11 de la noche ya estaba en mi sofá.  Cambiando de tema, lo de la fiesta del cine merece una análisis riguroso y en profundidad. Colas interminables en los cines durante tres días, con las entradas a 2,90 euros, y surgen un sinfín de interrogantes que alguien debería contestar. Está claro que a ese precio es inviable económicamente la distribución y exhibición cinematográfica, pero es evidente que hay hambre de cine y rebajar el precio de las entradas podría ser una medida imprescindible para reactivar el sector. 5 o 6 euros podrían ser cifras razonables, sobre todo si tenemos en cuenta que en Madrid, por ejemplo, una entrada de cine ronda los 11 euros, un precio prohibitivo para la mayoría de la población. En Bilbao, es algo más económico, alrededor de 8 euros. La inercia positiva generada estos días debe animar a la industria del cine a arriesgar y a tomar medidas de manera urgente. Tampoco nos podemos engañar y pensar que bajando el precio de las entradas se van a repetir las colas de estos días, un suceso que tiene mucho que ver con la excepcionalidad, pero la situación es de tal gravedad que merece la pena intentarlo. No hay nada que perder...