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miércoles, 22 de octubre de 2014

Catalanes


Pues a mi los catalanes me dan pena. Después de conocer la avaricia desmedida del clan Pujol, y alrededores, y oír el domingo en Salvados al líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, pienso en Cataluña y me pongo triste. Y es que vaya dirigentes que se gastan por aquellas tierras. Siempre los había tenido por una sociedad avanzada, cosmopolita y europea y nos encontramos que sus principales valedores o son unos chorizos o unos garrulos que rozan el autismo. El mundo feliz que preconizan los partidarios de la independencia seguro que ha hecho que muchos catalanes se lo piensen dos veces en caso de celebrarse un referéndum. Hay que ser muy limitado para creerse  el país de color de rosa que pintó el que está llamado a ser el próximo presidente de la Generalitat. Lo que sabemos es que la Cataluña oficial tiene unas fuerzas de orden público francamente mejorables, una televisión que, como todas las televisiones públicas de este país, está al servicio del que manda y que ofrece una visión sesgada de la realidad y unos dirigentes voraces con el dinero de todos los ciudadanos y con tendencia desmedida a recortar en servicios públicos. Por no hablar de esa Barcelona turística que se han inventado, donde vivir se ha convertido en una tarea de héroes. Y quieren que nos creamos, o que se crean los catalanes, que ellos no tienen ninguna culpa. Yo defiendo el derecho de autodeterminación del pueblo catalán. Pero también me gustaría más seriedad a la hora de tratar un tema tan trascendental. Argumentos con fundamento, por favor.

3 comentarios:

  1. No te engañes, a la gente le da igual. Les dicen que "todo va a ir mucho mejor" y les vale. Ahora bien, los dirigentes deberían de ir más allá de un mensaje de buenas intenciones, que me imagino que es a lo que te refieres. "Es que nosotros solos lo vamos a hacer mucho mejor", no deja de ser una niñeria.

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    1. Claro. Todo lo bueno lo encarno yo y lo malo, los que piensan diferente a mi. No puede ser. Pero bueno, al final de todo son vendedores y utilizan todas las tretas a su alcance.

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  2. Para mi el problema radica en la incapacidad de los políticos para hablar claro. Venden el edén y a tragar. Eso es porque saben que no hay una ciudadanía crítica y si manipulable. Que le costaría a Junqueras decir "el camino no va a ser fácil, pero nosotros somos catalanes y no españoles. No os prometemos más que trabajo y sacrificio, pero el reto merece la pena". Y ya está. Pero no, prometen un mundo feliz que es inviable.

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