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jueves, 16 de octubre de 2014

Silencio, por favor


No abrir la boca es la clave para parecer inteligente. Mientras guardas silencio puedes dar el pego, pero es hablar y disipar las dudas. Ayer me pasó con el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, un tipo joven, discreto pero sobradamente preparado, el típico buen chico. Hasta que se ha soltado la melena y ha sacado a relucir el cenutrio que lleva dentro. Ahora anda enfrascado en desenmascarar a los inmigrantes que han llegado a Euskadi para vivir del cuento, una banda de vagos y jetas. Pero no nos preocupemos que el tal Maroto dijo ayer en una entrevista en La Sexta que se acabó y que los maleantes ya pueden ir haciendo la maleta. Gente peligrosa, lo digo por el alcalde de Vitoria, que no duda en enredar con un tema tan sensible por conseguir un puñado de votos. Silencio, por favor.

2 comentarios:

  1. ¿Quién dijo aquello de que "uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras"?
    Pues eso...

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