Ayer fue uno de esos días malditos, difíciles, insoportables. Una pena no poder volver solo unas horas atrás en el tiempo y poder dar a reinicio y olvidarnos del horror que sentimos ante lo ocurrido. He pensado en numerosas ocasiones sobre dónde está la línea que separa la cordura del abismo. Es muy difícil traspasarla, pero, por desgracia, a veces ocurre. Un día terrible.
Me duele la portada de hoy de El Correo, por innecesaria y cruel.
Cuando Dios creó al hombre lo hizo de barro: moldeable y frágil, expuesto a todas las influencias, las buenas y las malas.
ResponderEliminarDios apela a la fuerza que no sabes que tienes. El demonio apela a las debilidades que sabes que tienes hasta la obsesión.
En cuanto a la portada, es perjudicial para el mundo gay, y para la gente que trabaja en cabarets y clubes nocturnos en concreto. Da a entender que los homosexuales en general no saben amar o terminar una relación de maneras maduras, sin exagerarlo todo. !Cuánto daño ha hecho Arévalo!
¿Solo Arévalo?
ResponderEliminarLamentable, para empezar yo no creo que haya un dios de no se que materia y que este en todas partes a la vez, que todo lo vea y nada evite.
ResponderEliminarSolo pienso en el placer terrenal, no espero nada en otro sitio.
Hemos perdido ademas de un amigo un cliente. Lo siento