Cafés

Leo en el periódico que ayer se cerró el café La Granja, uno de los establecimientos de hostelería más representativos del Bilbao de toda la vida. Un café histórico que, según el citado artículo, dará paso a alguna franquicia de comida rápida o a una tienda de ropa igual a muchas otras que ocupan la mayoría de los locales del centro de Bilbao o de cualquier otra ciudad. Todos nos llevamos las manos a la cabeza, culpamos a las autoridades por incompetentes, que lo son, y nos lavamos las manos, como si nosotros no tuvieramos también algo de culpa por la pérdida de identidad de nuestras ciudades y barrios. Frecuentamos bares y restaurantes sin ninguna personalidad, compramos en esas tiendas que tanto denostamos y luego mostramos nuestro enfado en las redes sociales, cuando la realidad es que hemos dado la espalda a esos locales emblemáticos que solo añoramos cuando nos enteramos de su cierre. ¿Recuerdas la última vez que pisaste el Café La Granja? Yo sí, por eso hoy me quejo de su cierre con la boca pequeña. Y las autoridades municipales deberían de reflexionar sobre el Bilbao que necesitan sus vecinos, pensar en su futuro y no únicamente en el presente y en los intereses de unos pocos. Igual todavía estamos a tiempo...

"Francamente, voy perdiendo la gana de volver a Bilbao, y no me deleita el saber de sus progresos. Que progrese, sí, que progrese; más sin que yo lo vea, a ser posible". Miguel de Unamuno