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viernes, 17 de febrero de 2017

Los ochenta

El otro día comenté que durante unas fiestas de Bilbao la polícía trasladó a un grupo de punkis llegados de fuera a las duchas municipales para desinfectarlos. A pesar de la obsesión por la higiene de los responsables municipales, en los años 80 Bilbao era una ciudad dura, áspera y gris. Cada dos por tres, las calles del Casco Viejo estaban cortadas por barricadas. Recuerdo que estuve en una boda en San Nicolás, la iglesia que está junto al Arenal, y allí estuvimos durante casi una hora conviviendo los invitados, unos manifestantes y la policía, mientras la carretera estaba cortada por el fuego de una barricada. Los invitados de fuera de Euskadi asistían atónitos a una ceremonia para nosotros habitual. Como también era algo cotidiano para mi pasar cuatro controles de policía diarios para ir a la universidad, dos a la ida y otros dos a la vuelta. Fueron unos años convulsos, extraños, difíciles de entender para quienes no los hayan vivido. En ese Bilbao rancio y revolucionario a partes desiguales, la gente se buscaba la vida para salir de esa rutina agobiante y castradora. Uno de esos refugios de libertad fue la Galería Safi, una especie de gaztetxe ubicado en el barrio chino de Bilbao, lugar de reunión de los jóvenes artistas a finales de los 80. De allí surgieron músicos, cineastas y  pintores , el más conocido Alex de la Iglesia, el mejor director de cine de Indautxu. Los que tuvieron la suerte de ser protagonistas de aquella historia, todavía recuerdan algunos de los momentos míticos vividos en aquel pequeño local de la calle Cortes, como un happening del difunto Chino, uno de los pintores más particulares de aquellos años, o una performance del actor Ramón Churruca. Ahora, Bilbao es otra cosa, hemos pasado de Trainspotting a La La Land dejando mucha rabia y demasiada frescura en el camino. Nada sale gratis.

"Es bastante difícil explicar DE QUÉ IBA aquello (La Galería Safi). Podría decirse que era un centro de agitación. Hacíamos exposiciones, montábamos conciertos, performances, pasábamos películas y videos... Y, sobre todo, fiestas. Todo era un poco una excusa par armarla. Fue una pena que acabara, porque yo no me lo he pasado mejor en mi vida. Llegamos a unos niveles de inconsciencia francamente alarmantes. Estuvimos a punto de prenderle fuego a la galería varias veces. Al final no podíamos dar un paso sin tener a la policía encima". ALEX DE LA IGLESIA, en el libro de Marcos Ordoñez "La Bestia anda suelta".

"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos". Julio Cortázar

La foto está sacada en The Factory, el local de Andy Warhol en Nueva York. Tengo fotografías de Safi de lo más interesantes pero no sé si a su autor le gustaría verlas publicadas...

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