Sorpresa

Pensaba darle una sorpresa a un amigo este fin de semana y me entero de que se va a Los Ángeles, a la gala de los Oscars. Al final, la sorpresa me la he llevado yo. Ya poca gente me sorprende, aunque siempre hay alguna excepción. Como mi amiga Dana. El otro día me dijo que "desde que tomas la pastilla de la mañana da gusto hablar contigo". "Llevo más de 20 años tomando esa pastilla", le contesté. "Pero lo dejaste durante una época", insistió. "Unos días", añadí. "¡Se me hicieron eternos!", sentenció. ¿Qué le digo? Volviendo a los Oscars, ahí si que caben pocas sorpresas. Se pongan como se pongan sus detractores, es el año de "La La Land". Vamos a ser felices, sin que sirva de precedente, o, por lo menos, vamos a aparentarlo. De todas formas, si "La La Land" tiene fervientes seguidores y enemigos acérrimos, el resto de nominadas no se querdan atrás al respecto. De "Manchester frente al mar" he leído las opiniones más elogiosas y también las más despectivas. Lo mismo pasa con "Moonlight", la mejor película del año para Isabel Coixet, y con el resto de nominadas. Para unos son un trapo y para otros, una bandera. Para mi, las mejores películas de 2016 han sido "Paterson" y "Comanchería". De las candidatas, me gustaría que ganara "La La Land" porque soy un romántico incurable. La verdad, es que me da igual, pero que no me toquen a Emma Stone. Sorpresas, las justas.

"Un local de salsa y tapas. ¡De salsa y tapas! Que hagan una de las dos cosas y que la hagan bien". Sebastian (Ryan Gosling) a Mia (Emma Stone) en "La La Land"