Me decepcionó el discurso televisivo de ayer del rey. Le ví carencias evidentes, falta de garra en determinados momentos, demasiada seriedad, como desconectado del sentir general. Que le hubiera costado incluir algún mensaje de optimismo, de esos que enseguida prenden en la gente. No sé, un "catalán el que no bote", un "a por ellos, oe, oe, oe" o "Piqué, cabrón, España es tu nación". Eché en falta también una mención a la cabra de la legión y a Gibraltar, y se olvidó del 12 a 1 contra Malta. Juventud alocada. Esta mañana, en el café de antes de entrar a la oficina, mientras el informativo de Antena 3 informaba del acoso al que se ven sometidas las fuerzas de seguridad en Cataluña, un hombre de edad avanzada ha pensado en alto y ha exclamado "¡España es irreformable!". Que no cunda el pesimismo...
"Si los españoles habláramos solo y exclusivamente de lo que sabemos, se produciría un gran silencio que nos permitiría pensar". Manuel Azaña
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