La cita anual

Hoy tengo la cita anual con Woody Allen. Por lo que he leído, esta vez toca tragedia, con influencias de Tennessee Williams y James M. Cain. Aunque lo mío es la comedia, guardo un recuerdo agradable de "Blue Jasmine", su último melodrama. Como en aquella ocasión, la historia gira alrededor de una mujer, personaje que interpreta la estupenda Kate Winslet, y algunos críticos han comentado que se trata de su película más pesimista. "Wonder Wheel" tiene tantas críticas negativas como positivas, escritas ambas por personas a las que respeto. A mí me va a gustar y es que con cada película de Woody Allen pienso "¡qué buena es la nueva película de Woody Allen!". Me pasa lo mismo cuando veo una nueva entega de la saga de Star Wars y me digo "¡qué buena es la nueva película de Woody Allen!". A sus 82 años sigue con su eterno combate con el miedo, "le tengo miedo a todo", y es que las obsesiones suelen venir para quedarse. Ya lo dijo hace tiempo, "el miedo es mi compañero más fiel, jamás me ha engañado para irse con otro". Alrededor de esos miedos, los suyos y los de todos nosotros, ha construido una de las obras más complejas e influyentes de la cultura moderna. Sería imposible de imaginar el cine de las últimas décadas sin la obra de este comediante único e irrepetible. Y sin él mi vida hubiera sido mucho más infeliz. Eterna gratitud.

"Groucho Marx era una persona a quien yo había encumbrado durante muchos años, lo amaba y lo sigo admirando. Pero cuando lo conocí, me recordó a uno de mis tíos chistosos, de esos que hacen bromas en las bodas. Tras esta experiencia, nunca quise conocer a nadie a quien admiro; porque no quiero que mis ídolos se conviertan en gente común y corriente que se aburre, tiene hambre y le da dolor de cabeza". Woody Allen