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miércoles, 11 de abril de 2018

Al carajo


He comenzado el día quemando la lavadora. Un ruido extraño e insistente, humo, mucho, y olor a chamusquina, y no habían dado las 7 de la mañana. Hoy ya todo me da igual. De bajona desde primera hora e intentar mantenerme ahí, en la oscuridad más absoluta, ese es mi reto para el 11 de abril de 2018. Por cierto, hoy hubiera cumplido 86 años José María Ruiz Mateos. Recuerdo el día que le ví paseándose en olor de multitudes por el recinto festivo de la Aste Nagusia, la semana grande de Bilbao. Era el puto amo, la época del "tepegoleche", de su enfrentamiento con Miguel Boyer. De aquella España gris, también festiva, hemos pasado a una más colorista pero siniestra. Me cuesta pensar que España está más cerca de un estado autoritario que democrático. Bueno, me costaba creerlo, porque cada día que pasa hay nuevos indicios que me llevan a reconocer que la cosa se está poniendo seria. La irrupción de Podemos descolocó a las élites políticas y financieras, a las que no les quedó otra que disparar con bala para parar el cataclismo que hubiera supuesto para sus intereses el ascenso de personas ajenas a su influencia. Con el apoyo de todos los medios de comunicación consiguieron su objetivo, se jugaban mucho y no podían permitirlo. Cuando convirtieron a Podemos en residual, les explota en la cara la cuestión catalana, un desafío más propagandístico que real, pero que volvió a enervar a las élites. Para solucionar esta cuestión por los siglos de los siglos, han optado por la respuesta más dura posible: cuando el terrorismo autóctono forma parte del pasado, todo es terrorismo, desde el rapero al que casi nadie escucha, una pelea en un bar de madrugada, pasando por los líderes de una república que nunca existió, hasta llegar a los que cortan una carretera o llaman a manifestarse desde las redes sociales. El que levante la voz, ya sabe lo que le espera. Mientras tanto, el pueblo a lo suyo, a escandalizarse por una riña entre dos señoras o a poner el grito en el cielo porque a los privilegiados se les trata en la universidad como lo que son. Casi 400 euros me ha costado una lavadora nueva. El mundo se va al carajo, pero que por lo menos me pille con la muda limpia.

"Efectivamente, el mundo hace lentos progresos: hace solo trescientos años me hubieran quemado". Sigmund Freud

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