Tengo debilidad por la serie "The good wife" y, en particular, por su protagonista, la estupenda Julianna Margulies. Esta misma semana, Marcos Ordoñez escribía en El País un artículo elogioso de "Master of Sex", otra de las series más destacadas de la temporada, alabando especialmente el trabajo de la directora de casting. Pues bien, en "The good wife" hay por lo menos siete personajes que darían como para protagonizar una serie propia, mérito de la persona responsable del casting y de unos guionistas capaces de crear protagonistas con entidad, complejos y creíbles. Pues bien, en un capítulo que vi ayer de la cuarta temporada, esos mismos guionistas son incapaces de dotar de la misma sustancia a unos personajes por un único motivo: ser europeos, o de no ser estadounidenses para entenderlo mejor. De repente aparecen un italiano, un francés y un alemán -como en el chiste- totalmente ridículos y caricaturescos. ¿Por qué?
Es lo que tienen los jodidos, que los sacas de su casa y parecen extraterrestres. Boody Allen es un buen ejemplo a día de hoy, con sus topicázos y suvenires de medio pelo. Me parece a mí.
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