La celda 211

Sí, el jueves me tiré al barro. Volví a vivir una jornada particular. Txutxi, Toño, Gudari, Eugenio y yo. Desde las 8 de la tarde hasta las 11 de la noche, hora en la que conseguí zafarme del grupo e irme para casa. Ellos siguieron en el Katu, uno de los bares imprescindibles de Bilbao. No se de donde sacan la energía. Son incombustibles. El viernes, relax. Siesta y cine. "La celda 211" es sin duda una de las películas del año. Al nivel de las más grandes. Me alegro por Jorge Gerricaechevarria, co-autor del guión con Daniel Monzón. Hacia mucho que no oía unos diálogos tan buenos. Magistral Luis Tosar. Y Carlos Bardem. Y Resines. Daniel Monzón consigue ridiculizar al cine español, tan previsible casi siempre. No os la perdáis. Ayer me eché pronto a la calle. Estuve en el Guggenheim viendo la exposición de Frank Lloyd Wright. Me quedé pasmado del interés que los visitantes ponían en una serie de planos y maquetas sobre la obra del arquitecto norteamericano. Sin ningún interés, a no ser que seas un experto en el tema. Conclusión, vivo rodeado de sabios y yo sin saberlo. Será que se guardan su sabiduría para cuando yo no estoy. No entiendo nada. Por la tarde fui a San Mamés a ver al Athletic. Nos juntamos un equipo sin reservas: Gudari y su hijo Imanol, Pitufo, Ernesto, Iñaki, Adolfo, que como es habitual en él estuvo dormido durante el partido. Seguro que fue el que más disfruto. Después, algunos de los nombrados nos juntamos en el Zas. Y la volvimos a liar. Se nos unió una chica llamada Merche y su hijo Eneko. Todo fue muy confuso. Lo único que recuerdo es que en el Cotton Club la camarera me dijo que el menor no podía estar allí. Creo que se dirigió a mi porque le parecí el más sensato del grupo. No quiero entrar en detalles. Sólo de pensarlo me entran escalofrios. Y mañana, Santo Tomás. Que pasen pronto estas navidades. Y eso que todavía ni han llegado. No puedo más.