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lunes, 4 de enero de 2010

2010


Se ha ido el 2009 y espero que acompañado de algunas heridas que no acababan de cicatrizar. El 2010 suena demasiado bien para desperdiciarlo. El comienzo de año no ha sido especialmente esperanzador. En una entrada reciente comenté que “también la enfermedad se ha convertido en compañera de viaje”. Y el 2010 empezó con un susto que parece que ha quedado sólo en un aviso. Espero que el destinatario lo tenga en cuenta. No estoy para perder más amigos. Por lo que a mi respecta, tres objetivos, salud, dinero y amor o lo que es lo mismo, seguir en el gimnasio, continuar en el trabajo y sembrar para recoger. El amor, si no es mucho pedir, que sea de verdad, cómo dice El Ruiseñor en su canción. Confío en que esta vez sea la definitiva. Se intuyen cosas, presentimientos, deseos más que certezas. Y “si la cosa funciona”, que diría Boris, bienvenida sea. Pero sin prisas. Os deseo un año lleno de buenas películas, de canciones y de libros inolvidables, de viajes morrocotudos. Que la suerte os acompañe.

Un libro: "Deseo de ser punk", de Belén Gopegui
Una película: "Bienvenidos a Zombieland", de Ruben Fleischer
Una canción: "Hiriak", de Ruper Ordorika

1 comentario:

  1. Claro Fugitivo, es que certezas no hay, sólo hay certidumbres. Espero que sigas destilando ese humor tuyo estupendo y nos alegres los días. Espero que encuentres lo que buscas, algo que te empuje a la lucidez y que nos lo cuentes. Keep it cool! como diríamos aqui.

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