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miércoles, 29 de septiembre de 2010

Envejecer


Decía el otro día Martín Amis que envejecer es un incordio, una tarea tan dura que habría que ser joven para hacerlo con dignidad. Más o menos. Esta frase me recordó otra de Manuel Tallafé, en Venecia, muy gráfica: “somos muertos de vacaciones”. Se refería a que, llegados a una edad, hay que vivir cada día con intensidad, como si fuera el último. Hablábamos de la suerte que teníamos de estar en Venecia esos días. Me gusta lo de “muertos de vacaciones”. Y me jode que Amis tenga razón.

En la foto podemos ver a un eufórico Manuel Tallafé, junto a Tarantino, agradeciéndole los premios de "Balada triste de trompeta". La cara de Quentin refleja claramente su pensamiento:"Si lo llego a saber premio a la película iraní...".

La locura


La presencia de Julia Roberts en San Sebastián enloqueció a una ciudad acostumbrada a que nada perturbe su armonía. La locura llegó al extremo de que pude vivir una situación esperpéntica. Me dirigía hacia el Kursal y al lado del teatro Victoria Eugenia se produjo un tumulto, con quinceañeras gritando y corriendo desesperadas, armadas de bloc y bolígrafo. ¿A quién habrán visto?, me pregunté. Me acerqué a un grupo de tres chavalas y me dieron la respuesta: “¡hay una rata!”, me contestaron histéricas. ¡Cuánto glamour!

martes, 28 de septiembre de 2010

Cine y gastronomía


Mi experiencia festivalera se resume en dos apartados, el cinematográfico y el gastronómico. Respecto al segundo, pocas novedades. Confirmar la supremacía de la zona de Gros en el tema pintxos, con algunos templos míticos, caso del Hidalgo, Mil Catas, Narru o Aloña Berri. He comido por primera vez en Casa Nicolasa y no tengo nada que añadir que no se haya dicho ya. Simplemente, sublime. Además, pudimos compartir mesa y anécdotas con su cocinero, el maestro José Juan Castillo. El único inconveniente, por poner algún pero, es el precio. Lo que ocurre es que Mikel y Desmon, mis dos acompañantes, consiguen que ese sea un tema secundario. A Mikel, cuando goza, todo le resulta de lo más económico. “Barato me parece”, es una de sus frases de cabecera. Y Desmon no permite que nada le amargue una buena comilona. La diferencia está en que ellos solo van un día y yo me paso una semana en San Sebastián, una ciudad que se está poniendo imposible para la mayoría de los bolsillos. En el apartado cinematográfico, más decepciones que alegrías. Entre los gozos, el buen momento que vive el otro cine español, el realizado por un grupo de francotiradores irreductibles, nombres como Isaki Lacuesta ("La noche que no acaba"), Agustí Villaronga (“Pa negre”), José Luis Guerin (“Guest”), Jordi Cadena y Judith Collell (“Elisa K”) o José María Orbe (“Aita”). A ellos habría que añadir el falso documental que presentó el grafitero Bansky (“Exit through the gift shop”), una pequeña joya repleta de momentos hilarantes. Poco más. El resto, sobre todo en la sección oficial, cine prescindible. No vi ni la película premiada, “Neds”, de Peter Mullan, que El Aventurero despachó con un “está bien”, sin mucho entusiasmo, ni la película de Raúl Ruiz, “Misterios de Lisboa”, premio al mejor director, que a Elena Manzarbeitia le gustó. Y tiene mérito porque dura 256 minutos. Por último, dos recomendaciones muy particulares, "El gran Vázquez", de Oscar Aibar, y "Abel", de Diego Luna. Se me olvidaba, a Urtzi le gustó mucho "Cirkus Columbia", de Danis Tanovic, y el cine vasco presentó dos películas más que dignas, "Izarren argiak", de Mikel Rueda, y "Amerikanuak", de Nacho Reig. Hasta el año que viene.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Rebor

No me gusta la entrada anterior. Me refiero a los comentarios que hacen referencia al nuevo director del Festival de San Sebastián. No han pasado ni cinco minutos y ya pienso que he sido injusto con él. No ha empezado a ejercer en su puesto y ya pongo en duda su trabajo. De este año he obviado el recorte presupuestario que ha sufrido el festival, la dura competencia de Toronto y un montón de datos más. Y todo para intentar ser gracioso y, encima, no conseguirlo. José Luis Rebordinos es una persona con un gran prestigio no solo a nivel nacional, sino estatal e internacional. Ha convertido al Festival de Terror en una referencia del género a nivel mundial y lleva años dando muestras de su buen hacer como responsable de cine del Patronato del Ayuntamiento de San Sebastián. Todos los que le conocen hablan maravillas de él. Destacan, al margen de sus virtudes profesionales, su gran capacidad de trabajo. Además, es un gran amigo de Toño. Y los amigos de mis amigos son mis amigos. Sobre todo si es el nuevo director del Festival de Cine de San Sebastián. En fin.

El Festival


El otro día escribí que me preocupa el Festival de Cine de San Sebastián. Y no es broma. Algunas de las peores películas que he visto este año se han proyectado en Donostia. Y lo dice alguien que ha visto "El equipo A", "El aprendiz de brujo" o "The Karate Kid". Un experto. Y lo de San Sebastián tiene pinta de perpetuarse. Ahora que se va Olaciregi llega uno que, según la prensa especializada, destaca por conocer bien la casa y precedido por la gran labor realizada como director del Festival de Cine de Terror de San Sebastián. ¿Más de lo mismo? Espero equivocarme pero el sucesor ha formado parte del comité de selección que ha elegido algunas películas que no tendrían cabida ni en la semana de cine de Arrigorriaga. ¿Qué exagero? "Amigo", "Chicogrande" o "A casa por Navidad" son de traca. Por no hablar de "Come reza ama". El atropello al sentido común que supone esta última no lo justifico ni por la presencia de Julia Roberts. Y ya sabéis lo que yo quiero a Julia. El Aventurero la definió muy bien al decir, casi al final de la proyección, "gana un oscar para esto", refiriéndose a Javier Bardem. Yo le contesté con un condescendiente "hay que hacer caja". Eugenio sentenció con un definitivo "para eso está Pe". Y a callar.

La Risa de Bilbao


Como todavía no es posible estar en dos sitios al mismo tiempo, la semana pasada me perdí los tres primeros días de La Risa de Bilbao, un festival de literatura de humor y humor gráfico que ha organizado el escritor Juan Bas. Recién llegado de San Sebastián acudí, acompañado de Irune, a la cita del sábado, ni más ni menos que una charla entre el argentino Rodrigo Fresán y Martín Amis. O mejor dicho, una entrevista del primero al escritor inglés. Un lujo, aunque no se yo si la presencia de Amis, de una personalidad fría que puede resultar distante, era la adecuada para hablar de humor. Durante una hora, el autor de “Dinero” fue desgranando diversas anécdotas de sus escritores favoritos y de su obra. Definió el humor como “sentido común pero bailando” y relató varias situaciones jocosas sobre el hacerse viejo, algo que aseguró saber de primera mano. Martín Amis demostró ser un hijo agradecido y recomendó, por divertida, la obra de su padre, el también escritor Kingsley Amis. Por la sala de la bbk de Gran Vía pude ver a varios amigos, amigas para ser exactos, como Nerea Apraiz, Belén, del desaparecido bar Zas, Natalia,...También estaba el escritor Iñaki Uriarte, autor de uno de mis libros favoritos del 2010, “Diarios. 1993-2003”. Me gusta la idea de La Risa, cualquier excusa para traer a Bilbao a gente como Fresán, Amis, Tom Sharpe, Forges o Michel Houllebecq está más que justificada. Ahora solo me queda esperar que el año que viene no coincida con el Festival de Cine de San Sebastián. Lo queremos todo.

Foto de familia: Un joven Martin Amis, con su madrastra, Elizabeth Jane Howard, y su padre, Kingsley Amis.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Estrellas


Antes de partir a San Sebastián os conté mi amor hacia Julia Roberts, la única estrella del cine actual, la heredera de los grandes nombres de la época dorada de Hollywood. Hombres y mujeres que irradiaban algo especial en la pantalla, al márgen de su capacidad interpretativa o la calidad de las películas en las que trabajaban. La diferencia estaba en los guionistas y directores con los que aquellos actores y actrices tuvieron la suerte de coincidir. Hoy, en su columna de El País, David Trueba venía a decir lo mismo. Sigo en San Sebastián y mañana es uno de los días importantes del festival. ¿Viene George Clooney o Leo Di Caprio? ¿Tal vez Scorsese o Coppola? No, se acercan a Donostia Desmon y Mikel y hemos reservado mesa en Casa Nicolasa. Palabras mayores. Me preocupa el Festival de Cine de San Sebastián. Pero esa es otra historia. Ya habrá tiempo para hablar de ello. Mañana, ¡a comer!

viernes, 17 de septiembre de 2010

A las 12, en el Teatro Victoria Eugenia


Tengo la sensación de que no se hacer bien las cosas. Cuando pienso que actúo correctamente siempre meto la pata. Creo que soy más de ocultar que de ser transparente. ¡Toda una trayectoria me avala! Nada, pensaba en voz alta. Cosas mías. Dentro de dos horas me voy para San Sebastián. Esta noche iré a la inauguración y después pronto para la cama, que mañana viene un día intenso desde primera hora. La jornada empieza a las 9:00 h. con “El gran Vázquez”, la película que Oscar Aibar ha hecho sobre el genial dibujante de Bruguera, y continuará con el Premio Nacional de Cinematografía que le dan a Alex de la Iglesia. La cita es a las 12:00 h. en el Teatro Victoria Eugenia. A partir de ahí, un desenfreno de películas, cervezas, pintxos y, espero, risas.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Julia


La elite ni antes ni ahora se ha interesado por alguien como Julia Roberts. Son más de Meryl Streep, Susan Sarandon o, ya en plan más sofisticado, Gena Rowlands, grandes actrices que hubieran sido excelentes secundarias en la época dorada de Hollywood. Julia es de otra pasta, la única heredera de una estirpe de grandes mitos del celuloide, hombres y mujeres que tuvieron la inmensa fortuna de coincidir con un puñado de maravillosos guionistas y directores. No es lo mismo que te dirija George Cukor que Garry Marshall. Digo yo. Me gusta Julia Roberts y cuando digo que me gusta quiero decir que amo a esta mujer. No sabría decir ninguna obra maestra en la que haya participado. Me da igual. Sobrevive en territorio hostil, el Hollywood actual, con la mayor dignidad posible. Siempre he pensado la gran pareja que hubiera hecho con Cary Grant, mi actor favorito. Durante unas horas vamos a coincidir en la misma ciudad. Espero no verla. Para mi Julia Roberts no es de este mundo.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Donostia


Me comenta Jaione que no me ve como analista político. Lo dice por mi entrada de ayer. Viene a decir que soy más de tonterías. Yo también lo creo. Parece que Cosmopolitana, por su comentario, también. Hay unanimidad, por lo que no volveré a salirme del camino. El viernes me voy a San Sebastián. El Festival de Cine de Donostia significa para mi el final del verano, la antesala a la normalidad, a la rutina diaria. Como no ando muy inspirado, repito la entrada que escribí hace un año. Sigue teniendo vigencia: “Mañana me voy a San Sebastián. Empieza el festival de cine y durante ocho días voy a disfrutar de dos de mis placeres favoritos: la gastronomía y ver películas. En Donosti he pasado momentos inolvidables, como mis primeras incursiones en el festival, con Juan Carlos y Eugenio, compartiendo habitación en pensiones cochambrosas, o los pases de “Perdita Durango” y “La comunidad”, las cenas con Iñaki, Fernando y Toño o las borracheras con gente a la que quiero. Mi último recuerdo grato de esta ciudad fue hace unos meses, en un concierto de Neil Young, con la mejor compañía posible. Amo esta ciudad, sus bares, pasear por sus calles y playas, levantarme por la mañana y ver el mar desde el balcón de mi habitación de la Pensión Alemana. Por las noches, cuando vuelvo por el paseo de la Concha, sonrío y me alegro de estar vivo. Y de poder contarlo”. Pues eso, que un año más compartiré mis días y mis noches en Donostia con gente a la que quiero, con Toño, Fernando, Iñaki, Eugenio, Elena, Alex, Carolina...e Irune.

Y, no sé si lo he escrito alguna vez, me gusta Julia Roberts, el Premio Donostia de este año.

martes, 14 de septiembre de 2010

Pasar página

En un día de noticias importantes, tipo Pe está embarazada o Nadal entra en la historia, me ha llamado la atención la relevancia que se le da a la desarticulación de la dirección de EKIN, el sector más duro del entorno de ETA, según la prensa. Casi más espacio que a la noticia sobre la tregua de la semana pasada. La verdad es que esta historia ya cansa. Es absurdo intentar alargarla, tanto por un lado como por otro. El día que ETA desparezca a más de uno le va a dar un sincope. No de alegría precisamente sino porque se empezará a vislumbrar una más que probable mayoria progresista y abertzale. Y no se yo si el estado español está preparado para ello. Para enfrentarse a ETA ha demostrado que sí. Pasemos página, por favor.

lunes, 13 de septiembre de 2010

La bella donna


Retomo las andanzas venecianas del trío de los ozores. Adolfo ya demostró en el avión de ida que se había documentado. “¿Qué en Venecia hay calles?”, preguntó con cara de sorpresa. Al ver que se venía abajo, le dijimos que mejor, que así no había que nadar. No le convencimos. El pensaba que todo era agua y que la gente se movía por dentro de las casas. ¿Absurdo? Ya te digo. Durante los cinco días demostró que está en forma. Armado de moñito, baraja y hurón se hizo enseguida el amo de Venecia. Todo giraba a su alrededor. El día de la proyección de la película, en la fiesta posterior, fue de los últimos en abandonar el barco, junto con varios gays y dos borrachitas. Al día siguiente le pregunté sí había pillado y me contestó con un “no, hice magia”. Así todo el día. Eugenio hace como que pasa de él pero a veces se pone nervioso. Como ya sabéis, además de hermano de Adolfo, Eugenio es El Aventurero, un viajero legendario, aunque hay quien dice que a Croacia fue en un viaje organizado. Hablar por no callar. En Venecia encontró el amor, el verdadero, vivió uno de esos flechazos que te dejan como tonto. O tonto entero, como en este caso. El caso es que en la misma fiesta en la que su hermano acabó haciendo magia, Eugenio conoció a Irene Petris, una actriz de teatro muy conocida en Italia. Habló cinco minutos con ella y se enamoró locamente. Existe un testimonio que corrobora mis palabras, una grabación de más de media hora en la que Eugenio repite constantemente frases como “e una bellísima donna” o “me la a colatto con el suo novio”, algo así como “me ha engañado con su novio”. Esta última frase fue la más repetida al día siguiente por Tallafe, el autor de la grabación. No paraba de reír. No sé en que acabará esta historia, yo por si acaso os dejo una foto de la citada Irene Petris. Buen gusto siempre ha tenido el chaval. Esperemos que ella sea más demócrata. Yo también tuve mi pequeña aventura esa noche. Me sentí halagado por las palabras de un bello ragazzo, que me repetía al oído ”Félix es mi nombre favorito. Te lo habrán dicho muchas veces”. Agradecí sus palabras, a la vez que comprendí que la noche había terminado. Me dirigí hacia el hotel, acompañado por Tallafe, Juan y Eugenio, con “Irene e una bellísima donna” de música de fondo.

domingo, 12 de septiembre de 2010

El amor a un oficio


Con Tarantino en el jurado no podía ser de otra manera. Al mejor director de cine en activo no se la iban a dar con una película tailandesa, iraní o filipina. La Mostra ha reconocido con el León de Plata al mejor director y el premio al mejor guión la valentía, el riesgo y el amor a un oficio que desprende cada plano de Balada triste de trompeta. Como estoy contento os regalo esta foto de Adolfo en la alfombra roja de Venecia.

Tarantino & Alex

viernes, 10 de septiembre de 2010

La trompeta de Alex


Habréis pensado al leer la entrada anterior que no soy objetivo. Puede ser. Pero hay más personas que piensan lo mismo que yo. Entre ellas, Toni García, que escribió la siguiente crítica en El País digital después de ver "Balada triste de trompeta": "Mano de Santo. Los que le pedían al certamen un poco de caña, un poco de diversión y un más de disparate se habrán quedado -por fin- satisfechos esta noche con la exhibición de Alex de la Iglesia y su Balada triste de trompeta. Desde los impresionantes títulos de crédito el de Bilbao ha regalado a una platea atónita un empujón de cine donde se atreve a meterle mano a todos los géneros sin ofender a ninguno. Imaginemos un Forrest Gump absolutamente pasado de vueltas donde se repasa a sopapos la historia de España a través de dos personajes que vendrían a ser, el primero un joker con sobrepeso y el segundo una especie de cruce entre Frankenstein y el hombre elefante en un día espeso. A todo ello debemos sumarle los tics, las sombras, las luces (y todo lo que a uno se le pueda ocurrir) que han formado parte del paisaje patrio en esa época tan dada a confusiones que fue la década de los setenta. Dos payasos, una trapecista y un circo de freaks que hubiera puesto a Tod Browning a bailar la polca. Se le dan unas vueltas, se agita y voilà.
La maravillosa marcianada del autor de El día de la bestia o La comunidad toca aquí tantos palos y los hace sonar tan bien que cuesta seguirle el ritmo sin bizquear. Y es que Balada triste de trompeta lo es todo, probablemente la película más personal que ha dado el cine español en lustros, el filme más arrojado y suicida jamás firmado por Alex de la Iglesia (y por otros cientos de la piel de toro) y un precioso díptico sobre las dos Españas: la de payaso triste y de la payaso alegre. Obviamente si a uno le da por ponerse metafórico nos pueden dar las tantas.
La mala noticia -que la hay- es que el gran recibimiento que puede tener esta fabulosa película en nuestro país puede ser un desastre fuera de España por culpa de la cantidad de referentes históricos que De la Iglesia mete en la cantimplora: que si Raphael , que si Carrero Blanco, que si ETA, que si El Lute... Nosotros tenemos sed, puede que los otros no tanto.
En todo caso Balada triste de trompeta pasa a ser un océano de autenticidad en el que confluye toda la obra del director vasco, como si todo se hubiera preparado para llegar hasta aquí: el Madrid satánico de El día de la bestia, los enredos de vodevil con mala baba de La comunidad y hasta el western patrio de 800 balas o el thriller con ñ de Crimen ferpecto encuentran aquí un receptáculo ideal para el caldo de cultivo.
Si el jurado le echa arrestos, Balada triste de trompeta debería llevarse al menos un premio: el de mejor actor. Si Antonio de la Torre es una bestia parda lo de Carlos Areces es para ponerle velas... La parte femenina la remacha con aplomo absoluto una Carolina Bang a la que habrá que seguir la pista. Lo de De la Iglesia por cierto es una auténtica barbaridad, y es que cuando uno sabe, sabe".

Alex


La estancia en Venecia ha sido breve pero intensa. Cinco días que han servido de mucho. A Adolfo para descubrir que en Venecia también hay calles. A Eugenio, para enamorarse. Y a mi para oír cosas tan bellas como “¿Te llamas Félix? Es mi nombre favorito. Te lo habrán dicho muchas veces”. Pero todo ello se merece un capítulo aparte. Primero, lo importante. Gran éxito de “Balada triste de trompeta”, la nueva película de Alex de la Iglesia. Diez minutos de aplausos tras la proyección, incluidos los de un entregado Quentin Tarantino, presidente del jurado. Momento mítico que se reflejaba en el rostro sonriente de Marco Muller, el director de la Mostra, encantado de la entusiasta respuesta del público a una de sus apuestas personales. Y es que “Balada triste de trompeta” es cine del que perdura en el tiempo, una película insólita en el previsible panorama cinematográfico actual. Un triple salto mortal sin red en el que Alex cae de pie. De su grandeza queda un testimonio irrefutable: Adolfo no se durmió durante la proyección. Algo sólo al alcance de los más grandes. Como Alex.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Wallander


A veces la televisión depara sorpresas agradables. Ayer fue uno de esos días. Sí entre vuestros canales de televisión se encuentra TNT, que sepáis que los jueves, a las 22:00 horas, se emite “Wallander”, una excelente serie de la BBC basada en el personaje creado por el escritor sueco Henning Mankell. Ayer pude ver el primer episodio y comprobar que hay vida fuera de las series costumbristas españolas o vascas. Y resaltar la interpretación que hace Kenneth Branagh del comisario Kurt Wallander. Son tres episodios, de 90 minutos de duración, que también los puedes comprar en el Fnac. No es publicidad, es que os quiero.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Trejo contra Adolfo


Danny Trejo dejó huella ayer en el Festival de Venecia. Robert Rodríguez presentó fuera de concurso “Machete”, película que tiene a Trejo de protagonista. Por el nombre igual no os suena de nada. La foto os despejará las dudas sobre su identidad. Mirando ayer en imdb.com su filmografía descubrí que después de “Machete”, el actor fetiche de Rodríguez tiene ¡17 películas posteriores pendientes de estreno! Pues sí, un huracán pasó ayer por Venecia. ¿Después de la tempestad vendrá la calma? Pues no. Adolfo llega a Venecia el sábado con las únicas armas de unas rastas, una baraja y un pareo dispuesto a continuar la fiesta. Sí en el viaje a Copenhague su objetivo era atraer turistas gays a Bilbao, en Venecia quiere conocer a Tarantino, que ejerce de presidente del jurado. ¿Lo conseguirá? Yo me inclino por el sí. El motivo principal del viaje es molestar a Alex de la Iglesia en la presentación de su nueva película, “Balada triste de trompeta”, pase que tendrá lugar el 7 de septiembre. Para ello contará con la ayuda del Aventurero y del que os habla, miembros también de la expedición a Copenhague. Os mantendré informados.