Un demócrata

Me ha dicho Mikel que este año, por las medidas de ajuste decretadas por el gobierno, me van a quitar del sueldo algo más de 3500 euros. Mikel es el que sabe de números en mi empresa. No, no es el gerente, es el que sabe de números en mi empresa. Pues eso, que me dice que me van a robar unas 600 mil de las antiguas pesetas. En mi ingenuidad le pregunto sí puedo decir yo a quién quiero que le den mi dinero. Me contesta entre risas que no, “que es para pagar la deuda”. Se ha quedado con la curiosidad y me mira y le digo “se lo daría a la iglesia, bueno a los curas, en concreto a los Hermanos Maristas”. Es muy sencillo: a ellos debo la exquisita educación que me caracteriza y el motivo por el que hoy, tras la noticia de Mikel, no he dado fuego a mi puesto de trabajo, para posteriormente dirigirme al ayuntamiento y hacer lo mismo, y continuar con la delegación del gobierno, la moncloa, la zarzuela, los bancos y un largo etcétera. Doy gracias a los Hermanos Maristas, especialmente al Floro, el Bwana y el Carioco y, supongo que también ayuda, a la pastilla que tomo todos los días. Soy un demócrata.