Dijo José María Aznar en el congreso del PP en Sevilla que es la hora de los patriotas. Cuando esta gente nombra a la patria lo mejor es agarrarse la cartera. Aunque en este caso, me da que va a servir de poco. Tienen jeta para dar y tomar. También es verdad que no sé de qué nos quejamos. Para que ellos vivan como marajás alguien tiene que pringar. Bien es verdad que podían disimular. Al contrario, nos sermonean como si fuéramos culpables de todos los males que asolan a la humanidad. Unos días nos dicen que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Otros, nos acusan de derrochar el dinero público, como si no fueran ellos los que lo han dilapidado en comunidades y ayuntamientos. Nos piden sacrificio, mientras se reparten el botín. Se sienten impunes. Se les ha dado el poder absoluto, a ellos y a los que los manejan, aun sabiendo que son capaces de lo peor. La desesperación es lo que tiene.
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