El jueves conseguí cumplir mi objetivo de no coincidir con ninguna procesión. De las 7 horas que estuve en Bilbao, solo pisé dos zonas, la Plaza Nueva y la calle del Perro. ¿Problema resuelto? Pues no, resulta que hoy es el cumpleaños de Adolfo y voy a tener que volver a Bilbao de parranda. Aunque en esta ocasión me da igual encontrarme con alguna procesión, todo sea por poder ver con mis propios ojos como uno de mis mejores amigos se hace mayor. 52 añazos. Y se le notan.
Poco poder de convocatoria de Adolfo, incluso menos gente que en mi cumpleaños, que es en pleno verano,el 12 de agosto. Le regalé un libro cuyo título lo dice todo: "El show de Berlusconi. Una historia crítica de la quiebra política, económica y moral de Italia a través de los chistes del Cavaliere". Muy apropiado para su edad. Lo gracioso es que el libro lo tengo yo, en mi casa, porque el homenajeado se lo dejaba en cada esquina. Os dejo con uno de los chistes de "El show de Berlusconi": "Esto es un avión que cae en una isla desierta, y se salvan sólo Claudia Schiffer y un tal Esposito. A falta de alternativas, la modelo acaba por ceder al cortejo del hombrecillo, pero él, tras la euforia inicial, se sume en una profunda depresión. En tonces la top model se ofrece para consolarlo, de manera que el señor Esposito primero le hace vestirse de hombre, luego le pinta un bigote y, por último, le pide que le deje llamarla Giovanni. Llegados a ese punto, y por fin recuperado, se gira hacia ella y le dice: "Giovanni, no te lo vas a creer. ¡Me he tirado a Claudia Schiffer!".
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