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jueves, 17 de mayo de 2012

Madre e hija


Cada día es más difícil encontrar en el cine historias pensadas para un público adulto. Esta tendencia conservadora se ha instalado en nuestra cartelera, repleta de películas destinadas a un público ansioso de que siempre le cuenten la misma historia y de la misma forma. El otro día fui a ver una película con varios alicientes para pensar que supondría un alivio en un panorama tan desolador. "La pesca del salmón en Yemen" dispone de ingredientes de fuste como para tomarse la molestia de salir de casa: un director y un guionista respetados, unos buenos actores y una producción cuidada, algo habitual en las películas inglesas. Si a ello añadimos algunas críticas elogiosas y, muy importante para mi, que se trata de una comedia romántica, todo hacía presagiar una buena tarde de cine. Y, la verdad, me lo pasé bien, pero sentí una mezcla de satisfacción y decepción. La historia se ofrecía tan mascada que había perdido todo el sabor. No es que en las buenas comedias románticas de los últimos años abunden las sorpresas, pero es que en el caso que nos ocupa había material como para haber optado por caminos menos trillados y previsibles. Una pizca de desmelene le hubiera sentado de maravilla, algo que, visto el panorama, aquí y ahora sería un milagro. Durante la proyección ocurrió una anécdota que explica con contundencia los tiempos que vivimos. En la sala abundaba un público maduro, sobre todo mujeres. Detrás de mi se encontraban dos señoras, una  muy mayor y otra de unos 50 años, con toda la pinta de ser madre e hija. En un momento de la proyección, creo que fue en uno de los trailers, aparecían dos mujeres en una escena y una de ellas se dirigió a la otra con un elocuente "hola mamá". Pues bien, ante semejante complejidad, la menos mayor de las féminas sentadas a mi espalda le dijo a la otra "es su madre". ¿Será que pido demasiado?

3 comentarios:

  1. Respuestas
    1. La película también es divertida, pero podía haber sido mucho más divertida...

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  2. Ya que estoy. Odio las palabrejas que hay que escribir para demostrar que no soy una máquina. Me voy a quedar más topo de lo que estoy intentando vislumbrar si son "r", "n" o cualquier otra letrita de las narices....

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