Los voceros del poder

En Euskadi también tenemos a los típicos voceros del poder. Ya sé que es lo lógico, lo que les diferencia de los de otras partes es que aquí van de rebeldes y contestatarios. Trabajan en radios y periódicos que casi nadie escucha ni lee, medios privados sufragados con el dinero de todos. Ahora están indignados porque, dicen, Pablo Iglesias ha despotricado en Cataluña contra todos los partidos nacionalistas. Mienten, pero ahí queda. Simplemente, lo que el líder de Podemos ha dicho es que con CIU ni a heredar. ¿Y qué esperaban que dijera? Allá ellos si otros no tienen problemas en confraternizar con quienes se han aprovechado de su poder para enriquecerse a costa del sufrimiento de los trabajadores. Mayorcitos son. Pero me imagino que habrá cientos de miles de catalanes hartos de la desvergüenza de sus dirigentes que piden un cambio radical, no componendas para que los de  siempre sigan en sus poltronas y sus coches oficiales. Pablo Iglesias también fue claro sobre el derecho a decidir: un proceso constituyente que incluya el derecho de autodeterminación  y darle un carácter legal, como ha pasado en el Reino Unido con el referéndum en Escocia. Hay mucha gente que ya  no quiere cambios para que todo siga igual. El poder debe de pasar a los de abajo. Y el primer paso tiene que ser una Barcelona liderada por Ada Colau. Eso sí que les hace daño.