Desde Rusia sin humor

Leo que el ministro de Cultura ruso está indignado con "Leviatán", la película que representará a Rusia en los próximos Oscars. Y no me extraña, ya que la historia es una denuncia evidente del régimen de Putin, de sus predecesores, y de la iglesia Ortodoxa. Sin piedad, Andréi Zviagíntsev muestra una sociedad podrida, paralizada por la corrupción y el nepotismo. Lo que me inquieta, si la situación es tan terrible como refleja la película, es quién ha sido el valiente, o valientes, que han decidido que "Leviatán" sea la película que represente al cine ruso como Mejor película extranjera en los Oscars. Vaya mierda de gobierno corrupto y criminal que no impide que le escupan a la cara todas sus miserias. Los poderosos que aparecen en la película nunca hubieran cometido semejante desliz. Por comentar.