Ni un paso atrás

Se veía venir. Me refiero a la pérdida de fuelle de Pablo Iglesias. Sus adversarios políticos, maestros en la destrucción de vida inteligente en el planeta, han conseguido que la situación política sea un continuo chascarrillo y que el debate de ideas no exista ni se le espere. Y quedan los rumores, las medias verdades, las discusiones de barra de bar. Y ahí algunos son imbatibles. Justo después de las elecciones europeas escribí que no me gustaría estar en el pellejo de Pablo Iglesias. A partir de ese momento la presión de sus poderosos enemigos iba a ser infernal y veía difícil que pudiera soportarla sin dar síntomas de fatiga. El sábado, en la entrevista que concedió al programa La Sexta Noche, se le vio a la defensiva, signo evidente de su cansancio, y también de su hartazgo ante la presión mediática constante a la que se ve sometido su partido. Algunos se han sentido defraudados ante su intervención, más por cuestiones de forma que de fondo, y empiezan a pensar que el camino hasta las elecciones generales se le puede hacer eterno. Es el momento de parar, reflexionar y tranquilizarse, y pegar el salto que muchos ciudadanos exigen. Ya lo dijo el Comandante, "ni un paso atrás, ni para coger impulso".