Seguidores

martes, 9 de febrero de 2016

Titiriteros


Unos jóvenes introducen en su furgoneta los utensilios necesarios para realizar su trabajo, un pequeño escenario, unas marionetas y demás cachivaches imprescindibles para una modesta representación de títeres. Se preparan para realizar un viaje de 420 kilómetros desde su localidad a Caracas, ciudad donde han sido contratados para representar su nuevo espectáculo en carnavales. Llegan a la capital de Venezuela, montan el espectáculo y comienza la representación de la obra. Por un error de programación, y una pésima campaña de comunicación, la obra se presenta ante un público infantil, a pesar de que en la página web de la compañía se especifica que se trata de un espectáculo para adultos, una obra satírica sobre los tejemanejes de políticos y jueces afines al régimen. La docena de niños allí presentes se sorprenden ante lo que ven y la media docena de adultos se indignan porque son muy de indignarse. Desenlace, los titiriteros acaban en prisión, incondicional y sin fianza, acusados de lo que se acuse por aquellas tierras a los que piensan diferente, que tampoco soy yo ningún experto en política internacional ni en dictaduras comeniños. ¿Se imaginan el escándalo que se hubiera producido ante semejante atropello a la libertad de expresión? Las portadas de El Mundo, La Razón y el ABC echarían humo, las televisones y las radios hablarían del sadismo de la dictadura bolivariana y Felipe González avisaría de que lo que ocurre en aquel país hermano es lo que algunos quieren imponernos aquí. Os informo que he decidido iniciar un proceso de desanexión personal de España. Yo me piro...

3 comentarios:

  1. Ya quiero que Mr Black programe en horario infantil esta obra. Por ver si lo contamos todos después, mas que por nada. Suy un aventurero.

    ResponderEliminar
  2. Ahora va a ser difícil, tendrán el caché disparado...

    ResponderEliminar