Souvenir

Ayer intenté ver de nuevo "La La Land" pero no había entradas. Mi segunda opción, "Toni Erdmann", empezaba dos horas y media más tarde y como no tenía el cuerpo para dramas como "Loving", del siempre certero Jeff Nichols, acabé deambulando por el centro de Bilbao. Me encanta pasear sin rumbo fijo, sin ninguna meta concreta, mirando escaparates, fijándome en la gente sin verla. En estos días de invierno, cuando el frío se pone terco, me refugio en alguna tienda de esas en las que puedes mirar y tocar sin que nadie te agobie por ello. En uno de esos locales, en la sección de música, una señora preguntó a una dependienta dónde estaban los discos de tunas y, de repente, me alegré de que la vida no haya sido especialmente cruel conmigo. Me dio subidón el que alguien busque discos de tunas y que no sea yo. Una anécdota, el sábado, un amigo que también buscaba me preguntó por un bar y como no caía a cuál se refería, añadió "sí, en el que trabaja el que era souvenir...". Souvenir, especialista en vinos.