Ayer leí una crítica de cine en un periódico de Bilbao y estoy convencido de que el que la escribió no había visto la película que enjuiciaba. Por lo menos tuvo el detalle de ponerla bien. En el caso del citado crítico, recuerdo que en una ocasión escribió sobre una película una opinión de dos párrafos, sacados cada uno de una revista especializada diferente. Un caso mítico es el de un crítico ya desaparecido, famoso en los cines de Bilbao porque se quedaba dormido en cuanto se apagaban las luces de la sala y porque emitía unos ruidos estruendosos que duraban hasta los títulos de crédito. De otro me comentaron los trabajadores de un cine que solía acoger pases de prensa que se salía a los cinco minutos de comenzar la proyección. El viernes ví "Selfie" y me gustó. Una pena que supiera tanto sobre ella antes de verla, pienso que hubiera disfrutado más desde el desconocimiento. Más amarga de lo que suponía y tan divertida como me la imaginaba. Si no os fiáis de mi, podéis leer las críticas...
"Estuve tan ocupado escribiendo la crítica que nunca pude sentarme a leer el libro". Groucho Marx
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