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lunes, 11 de septiembre de 2017
11 de septiembre
El 11 de septiembre no es un día cualquiera. Un día como hoy de hace 44 años, el 11 de septiembre de 1973, se produjo el golpe de estado en Chile que acabó con la vida de Salvador Allende. Más recientemente, en el 2001, tuvo lugar el atentado a las torres gemelas de Nueva York. Y más cerca geográficamente, l´Onze de setembre, se celebra la Diada Nacional de Cataluña. Siempre he sentido una atracción especial hacía el país de Salavador Espriu y Josep Plà. Soy más del Mediterráneo que del Cantábrico, a mi pesar. En mi juventud, sus cantantes eran los míos: Llach, Sisa, Serrat, Pi de la Serra o Raimon. Con sus compañías de teatro me pasaba algo parecido y siempre que podía asistía a los espectáculos de Els Joglars, La Fura dels Baus, Dagoll-Dagom o Comediants, aunque nunca conecté con la compañía catalana que más éxito tiene, Tricilcle, un grupo que me transmite una inmensa pereza. Y con frecuencia viajaba hasta Barcelona para ver y oír a Pepe Rubianes, un actor que no se prodigaba fuera de Cataluña y que allí llenaba los teatros a diario. Nadie ha insultado mejor que él. Su muerte me afectó como si se tratará de la de un amigo de toda la vida. Ahora que Cataluña vive tiempos de zozobra, y también de esperanza, estoy convencido de que más pronto que tarde el deseo del pueblo catalán de decidir libremente su futuro se va a cumplir. Se pongan como se pongan...
La fotografía es de MARCEL LÍ SÀENZ y se publicó en El País.
"También, señora y señores, está el espectador al cual le puede molestar mi lenguaje sucio y soez. Sé que lo tengo, si a alguno de ustedes le molesta este lenguaje, por favor, que me disculpe, no está en mi ánimo molestar a nadie, salvo a los hijos de la gran puta de los fachas... (Se ríe.) A esos si les molesta que les den por delante, por detrás, y por todos los reputos agujeros que tienen en esa reputa piel, que cubre su reputo esqueleto. ¡Oh, qué descanso..., me he quedado..., oye! Los demás, discúlpenme... ¡se vayan a la mierda, hombre! Los demás, discúlpenme... Hombre, yo el lenguaje no lo voy a cambiar, no lo voy a cambiar, porque no me sale de la punta el nabo, ¡qué quiere que le...! Además, no puedo traicionar a mis profesores: estudié con los curas. Aquella pandilla maricones, que nos tocaban los huevos a los niños: «A ver, ¿qué hay en este paquetito? ¡Uy, un pito! Voy a soplar a ver si suena.» A Dios rogando y el pito soplando". Pepe Rubianes (Extracto del espectáculo "Rubianes, solamente").
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