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viernes, 8 de septiembre de 2017

Cantinflear


Ayer ejercí de anfitrión de una familia mexicana que ha venido a Bilbao a pasar un año. Quedamos en el Kubrick, un bar de moda que mi amigo Urtzi definió como un local "sobrado de identidad y falto de coherencia". Un sindios, para entendernos. Allí nos dimos cita algunos amigos para agasajar a la citada familia, una pareja de no más de cuarenta años, y sus dos hijos adolescentes, amigos de mi sobrino Alberto que vive desde hace años en México. Nos vestimos para la ocasión, con sombreros mexicanos, bigotes postizos, y repetíamos constantemente palabras de su tierra con el objetivo de que esa buena gente se sintiera como en casa: Ándale, güey, no mames, me lleva la chingada...Parecíamos salidos de una película de Cantinflas, con algo de El Santo, el enmascarado de plata. Nos miraban raro. Igual no eran mexicanos. O igual nos equivocamos de familia. Le tengo que preguntar a mi sobrino...

"Tengo una duda: ¿está todo muy caro o es que yo soy pobre?". Mario Moreno "Cantinflas"

1 comentario:

  1. Es como el día que fui a Fitur y pedí una guía turística de la Emilia Romaña en pseudoitaliano. Me la dieron de Nápoles...

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