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jueves, 22 de marzo de 2018

Hacerse la rubia


"A mi no es fácil tumbarme. Quien piense que por estas cosas voy a dar marcha atrás, no me conoce". Esta frase de Cristina Cifuentes, realizada tras publicarse una noticia que la vincula  con una supuesta falsificación de notas en un máster universitario, deja claro que esta gente es invencible. Hacen de una anomalía, no dimitir ante un escándalo, una virtud y encima alardean de ello. No me conocen, dice, cuando la única realidad es que si la conocemos, que sabemos que no va a dar marcha atrás, que seguirá "haciéndose la rubia" mientras cuele. "Mentir aunque te vean", suele decir mi amigo Desmon. La vida sigue. "No puede quererse algo y su contrario al mismo tiempo". Esta frase, que parece sacada de un libro de autoayuda, la he encontrado en ¡un paquete de galletas!, bio, por supuesto. Está claro que es una llamada, un aviso para que empiece a tomar las medidas oportunas para dar un vuelco radical a mi vida. O para que cambie de marca de galletas, tendré que volver a las chiquilín. Es evidente que si quiero relacionarme, vivir nuevas experiencias, debo de dejar el sofá y salir a la calle, con la gente, tirarme al barro, como se dice vulgarmente. Hace poco leí que Jennifer Lawrence no tiene relaciones por su fobia a los gérmenes. Mi caso es parecido, pero al revés, soy yo al que tienen fobia. Yo soy el germen. Ya me he deprimido...

"Si pudieras patear en el trasero al responsable de casi todos tus problemas, no podrías sentarte durante un mes". Theodore Roosevelt

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