Cutis fino

Una vuelta rápida por mis vacaciones en tierras catalanas. Me ha quedado la sensación de que la revolta que allí se vive es de cutis fino. Desde las casas más señoriales, engalanadas con esteladas y lazos amarillos, se reivindica la libertad de las presos políticos y el retorno de los exiliados, como si el mundo se hubiera vuelto un poco loco. Es verdad que la zona que elegí para pasar unos días en Cataluña es el refugio veraniego de algunos de los privilegiados de allí de toda la vida, pero aún sabiéndolo me sorprendió el afán borroka de gente tan estupenda, no olvidemos que provengo de Basauri y la procedencia marca. Con lo anterior no quiero decir que el procés sea cosa de la alta burguesía, solo cuento lo que he visto. Seguro que si hubiera ido a otra zona de Cataluña mi percepción hubiera sido otra, incluso la contraria. De todas formas, me quedé con ganas de saber la opinión al respecto de las criadas filipinas de una de las casas, mansión para ser más exacto, que lucía en su fachada más banderas y pancartas que un gaztetxe en los años 80.