Nuevo orden

Cuando surgió Podemos, me impactó ver en televisión a las típicas pijas madrileñas asustadas decir que los rojos querían quitarles las segundas residencias y cosas por el estilo. La pesadilla de aquellas locas histéricas la ha plasmado de forma contundente y provocadora Michel Franco en su nueva película, "Nuevo orden", un golpe seco en el estómago, un reparto de hostias a diestro y siniestro que puede herir la sensibilidad del espectador más curtido. Nunca he estado en México, solo conozco lo que dicen los medios de comunicación, pero la distopía que presenta Franco suena demasiado real, sobre todo porque no es un simple cambio de cromos de ricos blancos por pobres indígenas. Es un nuevo orden organizado por los de siempre para que nada cambie, aunque haya que dejar algún muerto propio por el camino. Que las redes sociales no ardan ante el estreno de "Nuevo orden" deja claro que al cine no va ni cristo. La película más provocadora de los últimos años languidece en las salas ante la indiferencia general.