Los madriles

Lo primero que quiero dejar claro es que no pienso que en Madrid haya una proporción mayor de tontos que en otras partes. Lo que si creo es que al ser varios millones es imposible esconderlos. En todos los ámbitos, político, económico, cultural y deportivo. En este último, hay que añadir la gran contribución que la colonia portuguesa está haciendo para que el Real Madrid sea el club más odiado del mundo. Lo curioso es que siempre se ha tenido al portugués como un pueblo humilde, trabajador y bonachón. O por lo menos esa era mi percepción. Todo alabanzas, que si qué bonito es Lisboa, que sí Pessoa, que si el bacalao. ¡Una gran mentira! La realidad portuguesa actual la encarnan los dos tipos más prepotentes y detestables del planeta, con la gran colaboración de otro compatriota al que me cuesta calificar, el inefable Pepe. Si a esta tropa añadimos la prensa deportiva madrileña, el mal ya está hecho. Y lo gracioso es que en vez de estar avergonzados, alardean de su imbecilidad ante la mirada atónita del resto. Un día va a pasar algo. Yo aviso.