El Everest

Ayer volví al Everest, un restaurante de Laredo, una cita que se ha convertido para mi en un clásico del verano . Nos juntamos un grupo de ilustres representantes de la cultura, con la excepción del que esto escribe, por supuesto. Hablamos de los más temas más diversos, siempre incisivos, llegando a donde otros no se atreven. Por ejemplo, Adolfo nos contó que en el Metropolitan, el gimnasio más cool de Bilbao, él es socio por 9 euros con derecho a no ir. Barato, nos pareció a todos. E interesante una propuesta tan radical. Nadie preguntó lo que cobran si vas. No nos interesaba. Otro momento digno de resaltar es cuando Desmon, experto en redes sociales, preguntó “si estoy en facebook, ¿tengo muro?”. Impresionante testimonio. Así todo el rato. Nos entregamos con tanto ímpetu a debatir estos y otros temas, que los viejos que jugaban al mus en el resto de mesas nos tuvieron que pedir en varias ocasiones que, por favor, no gritáramos. Cómo si fuera fácil.