Seguidores

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Pura diversión


Si tienes un hijo entre 8 y 14 años (o un sobrino, primo, hijo de un amigo o de un vecino de esa edad) te propongo un plan que es pura diversión. En caso contrario, también, aunque me da que el placer va a ser menor. Coges al chaval y te lo llevas al cine. Primero, os aprovisionáis de palomitas y coca cola como si viniera el fin del mundo. Después, es imprescindible no equivocarse de sala. En la que tenéis que entrar proyectan una película que se titula “Super 8”, una máquina del tiempo perfectamente engrasada que te transportará a una época de tu vida en la que tu mirada no estaba aún contaminada por la cruda realidad. Una obra maestra del cine popular con el sello de ese mago incuestionable que se llama Steven Spielberg. Hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien.

4 comentarios: