Barbaridad

A lo largo de mi ya extensa vida he oido todo tipo de barbaridades. Pero hay una que supera todas la expectativas. La oí en Madrid, en un restaurante junto al Senado, y la pronunció un hombre popular por estar casado con una cantante y actriz muy conocida. Yo me encontraba en un grupo variopinto, con algunas personas que aparecen con frecuencia en este blog, y entre los que se encontraban un actor casi desconocido para el público, pero muy admirado en la noche madrileña, y un reputado director de cine. Al reclamo de estos dos últimos, se nos acercó el individuo citado al principio y estuvimos de charla durante unos minutos. Tiempo suficiente para que el susodicho dejara constancia de que lo que su imagen sugiere es completamente cierto. Incluso su estampa, trasnochada y decadente, no le hace justicia. Él va más allá de lo que podamos imaginar. Y mira que da para que te figures lo peor. Me lo he pensado mejor y no os voy a contar lo que dijo. Total, no me ibais a creer...