La crisis

Trabajar estos días es un agobio y no precisamente porque sea verano y algunos compañeros estén de vacaciones. No, es una faena porque el único tema de conversación en la oficina es la maldita crisis y, sobre todo, cómo nos afectará a los trabajadores públicos. Hemos pasado de los recortes a los despidos y hacemos apuestas de quiénes serán los primeros. Los que peor llevan el tema son los que tienen todo el mes de agosto de vacaciones. Piensan que a la vuelta se van a encontrar con los accesos a la oficina tapiados. Así están las cosas por la administración pública.  Eso sí, tenemos las mismas ganas de trabajar que antes de que comenzara la crisis.