Ayer me apunté al gimnasio. Y me admitieron. La maldita crisis. Ahora no me queda otra que ir. Dicen que es el gimnasio más grande de Europa. Para qué tanto. Me acuerdo que antes se decía del cine Vistarama, que estaba en la Plaza Zabalburu, que era el más grande del mundo. Pero claro, en los 70 casi nadie viajaba. Pues nada, el peor deportista del mundo, en el gimnasio más grande de Europa. ¿A alguien le sobra un chandal?
Lo que deberías hacer es volver a la química y dejarte de gimnasios y zarandajas. Y doblar la dosis, por el bien de todos...
ResponderEliminarLa decisión está tomada, no hay vuelta atrás. Tengo que quitar esos miedos ancestrales que me impiden crecer. Quiero ser uno más, potear por el Casco, ir a San Mamés, ver El conquistador del fin del mundo... Lo que hace la gente normal.
ResponderEliminarVeo dolor, sufrimiento...Al tiempo.
ResponderEliminarIgual quitas el miedo...pero y ¿el pánico que te va a entrar cuando uno de tus "culegas" se te ponga en la máquina de al lado?
ResponderEliminar¡¡¡Que no vayas al gimnasio!!! Y si no me haces caso y vas, te doy un sabio consejo. Lleva pasamontañas por si hay alguien que te pueda reconocer.
ResponderEliminar¿Sabíais que los hombres se depilan? Lo que se aprende en los gimnasios...
ResponderEliminarEl Fugitivo, todo un gentleman, que se lleva el paraguas a la ducha, sudando en el gimnasio... Lo próximo será encontrármelo en el Hospital de Día.
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