Los liberales

De vez en cuando hay que volver a los clásicos. Ayer fue uno de esos días. Me vino a la cabeza una frase que Sacha Baron Cohen ponía en boca de Borat, el protagonista de su película más conocida: "¿Me estás diciendo que el que quiso meterme el puño por el culo es gay?". La recordé ayer cuando algunos se escandalizaban por el espolio en Tele Madrid por parte de los amiguetes liberales de Esperanza: "¿Me estás diciendo que Sánchez Dragó, Saenz de Buruaga, Herman Terch y compañía, pon el nombre de tu sacamantecas preferido, son unos mangantes?". Y es que solo por dinero, público, por supuesto, se puede entender la cantidad de mentiras y sandeces que esa gente es capaz de vomitar un día sí y otro también. Son partidarios de aplicar una política económica liberal salvaje, excepto para ellos.  Han exprimido al papá Estado hasta dejarlo seco. Aquí y ahora, si oyes la palabra liberal esconde rápido la cartera. Aunque seguro que ya es tarde...

"El liberalismo fue muy activo en el XIX, pero luego se ha convertido en una elegante poltrona para biempensantes que todo lo comprenden, todo lo toleran y no se meten en nada". Francisco Umbral