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miércoles, 13 de abril de 2016

Como en Suiza...


A ver si me explico. Tengo un problema en el ojo derecho que me trae por la calle de la amargura. Por este problema, me pasé primero casi un año entre mi médico de cabecera, el especialista y el hospital de Basurto. La sanidad pública está muy bien, sobre todo si el dinero no te sobra, pero exige mucha paciencia. El médico de cabecera me mandó al especialista, éste al hospital y vuelta al especialista. Diez meses después me reencontré con el oftalmólogo que me dice que vuelva dentro de un año. Le sugerí que igual sería oportuno operar mi ojo maltrecho, es una pequeña intervención quirúrgica, y me contestó de no muy buenas maneras que "operar, para qué". Me di cuenta de que el citado galeno era partidario de "mejor quédate como estás, que para lo que hay que ver". Pues bien, el pasado viernes se cumplió el año, dos desde que fuí por primera vez al médico de cabecera.. Volví a la consulta del especialista y ante mi sorpresa descubro que había cambiado de opinión y era partidario de operar. Me dice que tengo que ir al hospital a que me hagan una prueba. Me deprimo al pensar en el tiempo que voy a perder en el transcurso de todo el proceso . Voy a la recepción del ambulatorio a pedir la cita para el hospital y me dicen que el martes, ayer, había un hueco libre. Increíble, pero seguía pensando que otra vez el tema se iba a eternizar. Ayer por la mañana se lo comenté a un amigo con el que tomo el café todas las mañanas y éste me tranquilizó con las siguientes palabras: "No te preocupes, esta vez va a ir rápido, no ves que piensan que el 26 de junio hay elecciones y quieren que cuando vayas a votar pienses que vives en Suiza". Le miro con cara de perplejidad y me contesta que su madre tenía cita en el hospital para julio y que le han llamado para adelantársela a esta semana. Casualidad, me digo. Pues bien, ayer por la tarde fui a Basurto. Tenía cita a las 15:30 horas y a las 15:35 ya estaba en la calle. ¡Me atendieron antes de la hora prevista! Le pregunté a la enfermera que me miró sobre cuánto tiempo transcurriría hasta el día de la operación y me contestó sin titubear, "poco, no hay lista de espera". Para mañana tengo ya la cita en el ambulatorio con el oftalmólogo para que me preparen los papeles necesarios para la operación. Se lo he comentado hoy a mi amigo y con una sonrísa me ha respondido: "Ya te lo había dicho yo. Y dicen que Podemos no vale para nada...". Sí, mi amigo es muy listo, por eso tomo café con él todas las mañanas. La Suiza de la peninsula, dicen.

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