Ligar si eres guapa, lista...

Las modelos siempre se quejan de lo difícil que les resulta ligar, que los hombres les tienen miedo y huyen despavoridos ante su presencia. Una cantinela difícil de creer, pero que igual sí tiene algo de verdad. Me grita una amiga su frustración ante lo complicado que resultan sus acercamientos al sexo contrario. Como las modelos, mi amiga es joven, alta, guapa  y ante los sucesivos escarceos fallidos con diversos hombres, está pensando seriamente en pasarse a la otra acera. He intentado disuadirla, pero la veo desesperada. También es feminista y suficientemente preparada, por comentar. Me cuenta que ya ha recurrido a las citas a ciegas. En la última, no le dió tiempo ni a terminarse la cerveza que había pedido. El tipo se ausentó por patas alegando "que tenía frío". Manda güevos. Como para hundir a cualquiera. Después, por terceros, se ha enterado que el tipo se piró no porque le pareciera un cardo borriquero, sino porque se puso nervioso ante una chica "demasiado para él". Ahora mi amiga, antes de pasarse al otro bando, anda barajando dos posibilidades. La primera sería cortarse las piernas a la altura de la rodilla para no incomodar a los más chiquitines. La otra, salir de casa con una caja de tranquimazines y repartir antes de atacar. Ser guapa, alta, joven, feminista y suficientemente preparada en Bilbao, ese drama.