Pepe

A mí los turistas me caen bien, lo que me parece una tragedia es el turismo. Estamos por todas partes. Bueno, estábamos, hasta que llegó el comandante Sánchez y mandó a parar. Ahora soy feliz paseando por el Casco Viejo de Bilbao, donde se puede disfrutar cómodamente de sus calles y bares. Entiendo que esa comodidad supone la quiebra económica de muchos establecimientos, pero esa es otra cuestión. Lo que quería decir, siempre me voy por las ramas, es que somos pocos, que está muy bien, pero se nos oye más. El viernes pasado, en la parada del metro de Abando entraron dos matrimonios de mediana edad. Uno de los hombres hablaba por el móvil: "Sí Pepe, cuando vuelva nos vemos, Pepe. Y cenamos donde tú quieras Pepe, ya sabes que a mi me da igual. No se hable más Pepe, en cuanto llegue te llamo Pepe. Bueno Pepe, un abrazo, Pepe". Colgó y el individuo les dijo a sus tres acompañantes: "Era Pepe". Hay que ser muy cabrón. ¡Qué vuelvan los turistas, ya!