Carmen Arocena, profesora del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad en la Universidad del País Vasco, aseguraba ayer en facebook sentirse arrebatá después de ver la nueva película de Pedro Almodóvar. Ya somos dos, añadí. Y es que la sorprendente “La piel que habito” me parece la mejor película que he visto este año. Obra de madurez, inabarcable, llena de referencias que el director consigue hacer suyas, como un gran collage en el que caben mil y una historias. El Almodóvar más contenido en su obra más radical y desquiciada, ajena a cualquier moda, un torbellino de libertad que, cómo bien dice mi amiga Mamen, arrebata. Nunca antes ha estado mejor Antonio Banderas. Ni Elena Anaya. Sólo un cineasta en plenitud se puede atrever a plantear un final como el de “La piel que habito”. Para el crítico Carlos Reviriego, en Cahiers du Cinema, “Almodóvar habita en la piel del cine”.
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