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jueves, 23 de noviembre de 2017

Adicto


Despotricar de las redes sociales es el nuevo "yo no tengo televisión en casa". Los puretas de ahora reniegan de las nuevas formas de comunicación, y entretenimiento, porque son un reflejo exacto del mundo en el que vivimos. Y lo odian. Viven en una burbuja, desconectados de la realidad que les rodea, un universo que no está lleno de estudiosos de Shakespeare o de seguidores incondicionales del idealismo alemán, sino de egoistas, mentirosos, psicópatas y locos variados, es decir, de personas de carne y hueso. También hay sitio para la sensatez, la solidaridad y la reflexión, y es que somos muchos y cada uno de una madre y un padre. Yo empecé en esto de las redes sociales porque mi pareja de aquellos años tenía facebook, algo exótico para mi. Y este blog surgió porque dos de mis mejores amigos tenían uno y les iba bien en la vida y yo también quería ser un triunfador. Desde ese día, de derrota en derrota, me he convertido en un adicto a las redes sociales. Y mirándolo bien, tampoco es para tirarse de los pelos. Yo ya no me escondo.

"Nos salvaremos por los afectos". Ernesto Sabato

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