Irresponsabilidad política

Lo del chalé. Acabar con Podemos ha sido una consigna clara de las élites económicas y políticas, y para conseguir ese objetivo han puesto todo el énfasis en desacreditar a sus líderes más destacados, ya sea con mentiras o medias verdades. Con esa premisa, es ridículo echarse las manos a la cabeza por la repercusión mediática desproporcionada que ha tenido la noticia de la compra de un chalé por parte de la pareja Iglesias Montero, tan culpables de la situación absurda que estamos viviendo como lo son sus enemigos más combativos. Hay que andar varios palmos por encima del suelo para no darse cuenta del gravísimo error político que iban a cometer, independientemente de que cada uno pueda hacer con su dinero ganado legalmente lo que considere conveniente. Faltaría más. Pero Pablo Iglesias e Irene Montero no son dos personas cualquiera, representan a millones de hombres y mujeres que han creído, porque así se lo han contado, que otra forma de hacer política es posible.  La austeridad de sus dirigentes, en oposición a la hasta antes de ayer omnipresente casta, ha quedado dinamitada por una irresponsabilidad política incuestionable. Culpar a los enemigos es frívolo e infantil. ¡Qué pena!

"Lo malo de la izquierda estadounidense es que se traicionó para salvar sus piscinas". Orson Welles